Muchas veces el miedo nos deja fuera de los juegos que queremos jugar sin siquiera darnos cuenta.
Creemos que las metas son mucho más que los “números” que se necesitan alcanzar para hacer exitoso a un equipo.
Postulamos que la efectividad de un equipo correlaciona con su capacidad de transformar conversaciones en acciones que generen los resultados esperados.
Se habla mucho de los planes de carrera y crecimiento, sin embargo las posibilidades que están disponibles para ti, dependen (en parte) de la identidad que construyes con otros.
Llenarnos de “tengo-que” es receta segura para el agobio. Tengo que enviar un correo, tengo que agendar una reunión, tengo que realizar una presentación, tengo que coordinar una conversación, tengo que planificar un viaje… Ayuda!
Pareciera que el lunes es un enemigo muy cruel. Viernes tiene la épica que estás llegando a la meta, sábado es libertad y domingo es ocio. Pero el LUNES ES MALVADO: acaba la diversión y te recuerda lo que dejaste pendiente el viernes. ¿Te has sentido así alguna vez?
Estamos convencidos de que es posible transitar desde el ser-víctima al ser responsables, al declarar: “aunque no todo dependa de mí, tomaré responsabilidad y lograré al menos una acción diferente”.
Si estás en una posición de liderazgo y te descubres realizando alguno de estos puntos. WARNING!! Le estás haciendo daño a tu equipo.
Si tienes un jefe y sientes que hace alguna de estas cosas. HUYE!!! No, no, no…
Creemos que no estamos condenados a que el aprendizaje “nos pase”, que podemos tener influencia sobre cómo y qué aprendemos. Estamos convencidos que ser-aprendiz es un músculo que se puede entrenar mediante pequeñas acciones en el día a día.